Utilizando como símil la teoría de la recta y aplicándola a la vida, podríamos decir que la vida está conformada por cada una de las decisiones que tomamos en cada momento. Cada decisión por pequeña que sea terminará construyendo la vida que cada uno de nosotros vive en el momento presente.
Se puede decir que existen diferentes tipos de decisión: las personales o conscientes, las inconscientes, las inmediatas o circunstanciales y las delegadas o de terceros.
- ¿Tienes pareja?
- ¿Cómo la has elegido?
- ¿Era la única opción?
- ¿Sabes que visión tiene tu pareja sobre la vida juntos?
- ¿Quieres hijos?
- ¿Tienes hijos?
- ¿No quieres hijos?
- ¿Sabe tu pareja cuál es tu visión de la vida juntos?
- ¿Conoce tu pareja tus planes de desarrollo personal y/o profesional?
Éstas son solo algunas preguntas que tengo curiosidad de saber si te las has hecho a ti mismo o a tu pareja, si la tienes. Son decisiones que quizá ya hayas tomado o que tomarás en un futuro.
Recuerda que las decisiones conscientes son aquellas en las que la persona ejerce su capacidad y derecho de elegir entre las diferentes opciones que tiene delante, aumentado la posibilidad de tener un resultado satisfactorio.
Si estás pasando por un momento complicado en pareja y no encuentras la salida, te invito a que llames, que reserves una cita y juntos hagamos un plan de acción en donde tú puedas generar tantas opciones como sea posible para solucionar tu situación.
Los hijos, una decisión trascendental.
Para conformar una familia nuclear de dos adultos y sus hijos, hay que pasar por decidir sobre esto.
En la mayoría de los casos, en una pareja ya establecida llegará el momento de enfrentar el deseo o la ilusión de tener hijos. Aunque los hijos pueden llegar sin estar planificados y sorprender a la pareja, éste es un buen ejemplo de una decisión inconsciente. Debido a lo inesperado de la situación y la envergadura de ésta, el resultado puede generar en la pareja un desequilibrio muy grande, obligándoles a tomar decisiones inmediatas o circunstanciales poco favorables llegando, incluso, a provocar la separación de la misma, especialmente en parejas jóvenes o poco fortalecidas.
Si vives en pareja y estáis a punto de ser padres de manera inesperada, o si estáis planificando tenerlos y esta situación se os presenta complicada, estoy seguro de que juntos podemos llegar a un punto de encuentro entre ambos miembros.
Como decía Marshall Rosenberg: Todas las personas tenemos las mismas necesidades, aunque no en el mismo momento, solo es cuestión de escuchar y comprender la necesidad del que tenemos delante.
El concepto de familia como núcleo de dos adultos y sus hijos ya parece haberse quedado atrás. La desintegración familiar debido a diversas causas hace cada vez más común el modelo de familia monoparental.
Son incontables las razones por las cuales una familia se vuelve inestable, por eso y antes de que ocurra una separación es bueno preguntarse:
- ¿Conoces tus necesidades y las expresas con claridad a tu familia?
- ¿Sabes escuchar con atención sus necesidades?
La inteligencia emocional y la comunicación no violenta son dos herramientas muy poderosas que te invito a descubrir.
Juntos podremos elaborar un plan que te ayude a mejorar la comunicación con tu pareja, hijos y demás personas con las que quizá ahora te esté costando relacionarte.
Y tú, ¿quieres formar una familia?
¿Cómo te la imaginas?
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